El alumbrado público supone entre el 40% y el 70% de la factura eléctrica de los ayuntamientos. Madrid tiene casi 240.000 farolas. Este derroche de energía se traduce en una mayor contaminación lumínica y mayores emisiones de CO₂.
Solución
Las farolas autorregulan su encendido e intensidad de la luz en función de la hora del día o el número de viandantes. Los sensores de movimiento y las luminarias con sensor son la solución perfecta para iluminar los sitios de paso, justo cuando se precisa.
Los sensores de movimiento o de presencia son dispositivos capaces de activar y desactivar diferentes elementos mediante corriente eléctrica simplemente detectando movimiento dentro de su rango de acción. Esta tecnología ya probada desde hace años se utiliza en edificios y ahora en las calles también activando el alumbrado de una zona al detectar una presencia, por ejemplo cuando hay personas paseando únicamente.
Tecnología
Toda la información recogida se transmite en tiempo real a una plataforma en cloud a través de señales inalámbricas,con tecnología WiFi Mesh, aprovechando todos los dispositivos WiFi ya instalados, con lo que se reducen considerablemente los costes de transmisión.
Para las luces se utilizan LEDs (diodos de emisión de luz), que permiten dirigir con precisión y uniformidad el halo de luz, en contra de las anteriores que dispersan parte de la luz hacia arriba. A esta reducción de la contaminación lumínica se suma la durabilidad, unas 17 veces superior a la de las lámparas incandescentes tradicionales, con la ventaja añadida de que al final de su vida se habrá reducido en un 30% la luz generada anteriormente. Este tipo de luces requiere menor voltaje y consumo y, por tanto, supone en sí un ahorro muy significativo de energía. Además son 100% reciclables.
Las farolas pueden disponer también de sensores de temperatura, humedad, vibración e, incluso, de contaminación, tanto acústica como de CO₂. Los mismos sensores inteligentes colocados en farolas seleccionadas de distintas zonas de la población pueden detectar así niveles de polución en tiempo real y analizados junto con otros datos poder descubrir patrones para hacer predicciones.
Gestión en tiempo real
Combinando la monitorización en tiempo real con la gestión y análisis de eventos para ayudar a los responsables a optimizar la energía y mejorar las operaciones con confianza.
Reducir costes
Mejore las instalaciones y el rendimiento de los edificios públicos para reducir la energía, reducir los costes de mantenimiento y administración y alargar la vida de los activos para ayudar a crear un edificio más inteligente.
Optimización
Recopilar métricas energéticas y operacionales en una plataforma central para permitir la analítica en tiempo real y la optimización del edificio o alumbrado público mediante acciones concretas.
Simplificación en la gestión
Centralizar eventos en tiempo real para consolidación, correlación e iniciar acciones (por ejemplo, solicitudes de servicio).
Visión unificada
Obtenga una visión intuitiva mediante un tablero de mando basado en los datos del edificio/población para visualizar métricas de rendimiento energético y ambiental en conjunto o por separado.
Analítica descriptiva
Ver datos históricos para comparar tendencias e identificar correlaciones.
Analítica predictiva
Crear escenarios futuros para una mejor planificación con análisis predictivo. Por ejemplo, qué impacto tendría ampliar/reducir número de luminarias, aumentar/reducir tiempo de encendido.